10 trucos para no perder tu trabajo

Pese a que el miedo a perder el empleo no es tan generalizado como lo fue hace pocos meses, aún quedan temerosos que piensan que la crisis les puede arrear un último tortazo. Para acabar con todos los miedos, lo mejor que podemos hacer es trabajar bien, con honestidad, sacrificio y sin perder los nervios.
Muchos empleados españoles tienen la sensación de que a la empresa para la que trabajan se le ha ido la situación de las manos, de que no pueden tomar el control. Los ánimos están alterados, los resultados no llegan y esto algo que no invita a trabajar con alegría y con calma. A muchos les puede la presión. De aquí que el Instituto Great Place To Work haya elaborado lo que vendría a ser un decálogo para no perder tu empleo.
Se trata de 10 ideas que sirven de guía a los trabajadores en una situación de cierta inestabilidad laboral y que concentran su mensaje en un concepto claro: céntrate en hacer todo lo que esté en tus manos para mejorar como profesional, para aumentar tu rendimiento y para mejorar los resultados de la empresa. Ahora más que nunca, tienes una gran responsabilidad.
Estos son los 10 puntos clave de la 'fórmula para mantener el empleo':
Concentra tus esfuerzos: Cambia lo que puedas cambiar y no te entretengas en lo que no tiene que ver contigo. No te preocupes, ocúpate.
Promete menos, haz más: Cumple con todas tus promesas y, en el caso de que no te sea posible, comunícalo. Evitarás las decepciones.
Construye una línea de actuación: Asegúrate de que tus palabras y tus acciones van por el mismo camino. Esto inspirará confianza en los que te rodean.
Tienes derecho a estresarte: En el trabajo, puedes ponerte nervioso, aunque nunca perderás los papeles. Si te alteras, tómate un respiro e intenta relajarte para poder continuar con tu trabajo.
Ten siempre un ojo puesto en tus clientes: Ellos son la razón de ser de la empresa, así que no les pierdas de vista.
Trabaja en equipo: Aprende a colaborar y a cooperar, porque son las bases del éxito en cualquier trabajo. Deja la lucha para la competencia.
Márcate pequeñas metas: Para atención a los pequeños detalles, porque también son importantes, y celebra los éxitos conseguidos por el grupo.
No critiques: Como en el punto sexto, tendrás que aprender a aceptar a los demás. Intenta trabajar bien con todo el mundo de tu equipo y, si hay algún problema, resuélvelo de manera adulta.
Sé responsable y flexible: En los tiempos en los que los cambios se suceden constantemente, tienes que aprender a adaptarte a cualquier situación. Sé completamente moldeable y te ganarás la confianza de tu empresa.
Intenta dar siempre lo mejor ti mismo: Buscar nuevas fórmulas para ser más eficiente (fórmate, recíclate, etc.).
Si eres el jefe, lidera con confianza, no te escondas y habla con tus trabajadores. Si eres un empleado, confía en las decisiones que tome tu director y siéntete preparado para dar tu opinión si crees que puede cambiar algo. Pero sobre todo, mantén siempre la calma y la calidad de tu trabajo.

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